Siguiente especie
Descripción de la especie
El cacao de ardilla
Nombre científico: Herrania purpurea
Familia botánica: Malvaceae
El cacao de ardilla o cacao de mono es una especie que se mantiene oculta bajo la sombra tropical de los bosques muy húmedos caribeños. Y de vez en cuando aparece como un arbolito de verdad muy curioso, pues además de que posee un tronco largo y muy delgado, casi sin ramas, da la impresión de ser una papaya (Carica papaya), si no tiene flores ni frutos.
Naturalmente, se le puede ubicar desde Honduras hasta Colombia y en Costa Rica se presenta en ambas vertientes desde los 20 hasta los 700 u 800 m de altitud, con mayor incidencia en la vertiente Atlántica, en lugares con suelos malos y con mal drenaje. Es un árbol de tamaño pequeño que máximo puede alcanzar los 7 m de alto, pero por lo general se mantiene entre los 2 y los 3 m.
Presenta un tallo delgado cubierto por una corteza oscura con gruesas lenticelas y savia mucilaginosa; y muy arriba en el tronco empiezan a aparecer las delgadas ramas, por lo que el árbol posee un tronco muy limpio y una copa muy estrecha.
Las grandes hojas alternas del cacao de ardilla no tienen nada de parecido con las del cacao verdadero (Theobroma cacao); ya que ellas poseen peciolos largos muy engrosados en la base y con muchas estípulas a su alrededor y son compuestas por 5 foliolos de hasta 45 cm de largo y más de 15 cm de ancho, siendo los más grandes los del centro. Estos foliolos son de forma lanceolada, de color verde oscuro y más claras por debajo, con pequeños tricomas en toda su superficie y nervaduras muy evidentes.
Las flores del cacao de ardilla nacen directamente en el tronco, lo que se conoce como caulifloro, y se pueden presentar inclusive desde muy abajo en el tronco. Los botones son redondos, rojizos y pubescentes, con la apariencia de una confitura cubierta de azúcar.
Las flores son de color rojo oscuro y están totalmente cubiertas por una fina pubescencia; ellas poseen 5 pétalos y 5 filamentos muy largos y delgados, como una especie de cintas, lo que ocasiona que al irse abriendo recuerden a una araña, por la forma en que están dispuestas o acomodadas cada una de sus partes.
Sus frutos son básicamente idénticos a los del cacao, pero estos son mucho más pequeños, ya que miden entre 10 y 15 cm de largo y están cubiertos por una fina pubescencia. Igual que los del cacao, son de forma alargada y profundamente acostillados, con una cáscara gruesa y dura, que al madurar no se pone roja, sino que se mantiene amarilla. Se encuentran unidos al tronco por un corto y grueso pedúnculo, y no se abren solos al madurar, por lo que requieren de fuerzas externas para liberar sus semillas.
Cada fruto de cacao de ardilla posee unas 10 a 12 semillas de forma piramidal o anguladas, de color café claro, con una cáscara muy irregular. Ellas están cubiertas por un arilo o pulpa blanca, esponjosa y de un exquisito sabor entre ácido y dulce, que se puede comer así al natural, lo cual para muchos es una delicia. Las semillas se pueden tostar, siguiendo el mismo tratamiento que las del cacao, para obtener un tipo de chocolate, aunque esta va a tener un sabor más amargo.
Se reproduce por medio de semillas, las cuales no requieren ningún tratamiento pregerminativo, únicamente después de retirarles la pulpa blanca con ayuda de aserrín o granza de arroz, a como se hace con el cacao en algunos lugares, se deben lavar muy bien y dejarlas secar, desechando todas aquellas que están deformes, chiquitillas y enfermas.
Luego se siembran en una cama de germinación con un sustrato desinfectado y rico en materia orgánica con un excelente drenaje o en arena de río. Al trasplantarlas a las bolsas, se debe cuidar de que las raicitas queden rectas para evitar que desarrollen el famoso cuello de ganzo, que es una deformación de las raíces que al mediano y largo plazo puede ocasionarle la muerte al árbol. Igualmente, si se detectan plántulas con raíces muy torcidas, es mejor no utilizarlas.
Los mapaches, monos y pizotes, son parte de la fauna que no duda en alimentarse de ellos cuando logra encontrarlos, por otro lado, en algunos sitios se le ha empleado en la medicina popular para el tratamiento de problemas en los riñones.
Al cacao de ardilla o cacao de mono también se le conoce en otros países como cacahuillo, cacao cimarrón, cacao de mico, cacao de mono, cacao de montaña, cacao de monte, cacao maní, cacao silvestre, cacaohuillo, chocolatillo, chocolatito, hugé, monkey cacao, tusiro y wild cacao.
Etimológicamente, el género Herrania le fue dado en honor a Pedro Alcántara Herrán de Zaldúa, el cual fue un general colombiano presidente de Nueva Granada, mientras que purpurea proviene del latín purpura en referencia al color de sus flores.
Y allí está la especie esperando a que muchos viveros la reproduzcan y les permitan a los amantes de los frutos nativos cultivarla en los espacios a la sombra de bosques secundarios o de plantaciones de árboles maderables, frutales u ornamentales. ¡Enorme potencial!