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Descripción de la especie
La chaya o espinaca maya
Nombre científico: Cnidoscolus aconitifolius (sinónimo Cnidoscolus chayamansa)
Familia botánica: Euphorbiaceae
La chaya o espinaca maya nativa de america y una variedad del muy conocido chicasquil muy usado en la cocina típica de la región.
Aunque no alcanza las dimensiones de un árbol propiamente dicho, la chaya es un arbusto muy vigoroso y de buen porte que no se puede dejar de lado. Se reconoce de inmediato por sus tallos múltiples y quebradizos, así como por la gran cantidad de ramas largas y gruesas que desarrolla y por sus grandes hojas lobuladas que nos recuerdan mucho a las de la uva (Vitis) y se diferencia del chicasquil, precisamente por la forma de sus hojas, porque no posee tantos picos como este último, que son muy similares a la de la papaya .
Produce flores todo el año las cuales son pequeñas y blancas, agrupadas en racimos pequeños al extremo de pedúnculos muy largos y erectos de hasta 30 cm de largo, las que atraen mariposas, abejas e insectos.
Sus hojas son muy nutritivas y se pueden consumir de la misma forma que la espinaca, en picadillos, con huevo, en sopas, tamales, etc. de ahí que se le llame “espinaca maya” o se pueden licuar junto con jugos o solo con agua. Lo recomendado es dejarlas en agua durante la noche y al día siguiente, lavarlas bien y hervirlas durante unos 10 a 15 min para eliminar el cianuro que posee su savia, el cual con un poco de calor se degrada, al igual que sucede con la yuca (Manihot esculenta). Una vez hervidas se lavan y se usan normalmente.
Es una rica fuente de fibra, proteínas, carbohidratos, calcio, fósforo, hierro, vitamina A, B1, B2, C y Niacina, considerándose más importante nutricionalmente que la espinaca misma. Posee propiedades desinflamatorias, galactogénas, vermífugas, antioxidantes, y se ha usado para el control de la diabetes, el colesterol, los triglicéridos, la presión alta, la osteosporosis, la anemia, la tos, artiritis, el estreñimiento, hemorroides y problemas de la vista. Fortalece los huesos, los músculos, el sistema inmune, el circulatorio, el cerebro.
Su reproducción es muy sencilla por medio de estacas o estacones, que pueden permanecer mucho tiempo sobre el suelo sin ser plantados y desarrollarán raíces, es de pleno sol y no requiere ningún cuidado especial. Es ideal para cercas, como ornamental y para atraer abejas y mariposas, así como en forraje para animales, especialmente cabras, las cuales producen una leche superior en cuanto a contenidos de grasas y carbohidratos. Se debe manipular con cuidado porque su savia lechosa es tóxica y en la base de la hoja tiene unos pelitos urticantes, por lo que se recomienda cortar únicamente la lámina con ayuda de unas tijeritas.
Aunque existe un gran debate acerca de la correcta clasificación botánica de la chaya, lo único que de verdad vale la pena saber es que se trata de un arbusto de muy rápido crecimiento y desarrollo, capaz de adaptarse a casi cualquier condición ambiental, y las hojas se pueden comenzar a cosechar y a aprovechar a los pocos días de plantado. Por los anteriores motivos constituye una opción alimentaria ideal para ser reproducida y plantada masivamente en todas aquellas comunidades rurales o urbano-marginales en donde las condiciones ambientales son precarias y los alimentos son escasos.