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Descripción de la especie
El cocobolo
Nombre científico: Dalbergia retusa
Familia botánica: Fabaceae
Si los primeros políticos de Costa Rica que comenzaron a hablar de reforestar, proteger los bosques y conservar a la naturaleza, se hubieran tomado la molestia de conocer un poco a nuestras especies forestales, probablemente buena parte de nuestro país se hubiera reforestado con árboles de cocobolo. Este árbol es conocido sólo por la preciosa madera que produce, de colores que van desde el café miel hasta el café oscuro casi negro, y con la cual se elaboran toda clase de artesanías finas y caros souvenirs para los turistas.
Sin embargo, muy pocas personas reconocen al cocobolo como uno de los más atractivos y hermosos árboles ornamentales de flores totalmente blancas que existen en Costa Rica. Además ayuda a recuperar los suelos al fijar nitrógeno y aportar grandes cantidades de materia orgánica.
Existe la creencia popular de que los árboles de maderas duras y preciosas son de lentísimo crecimiento, lo cual no se cumple con el cocobolo, un árbol que se desarrolla notablemente rápido en suelos agrícolas con climas húmedos y calientes. Los árboles comienzan a producir flores y semillas a partir de los 4 o 5 años, y al alcanzar tamaños medianos éstos producen tantas semillas, que, si en los alrededores hay potreros o abandonos, se forma una verdadera “plaga” de arbolitos de cocobolo.
La corteza de estos árboles es muy áspera e irregular y es uno de los mejores árboles tutores para “pegar” plantas trepadoras como la pimienta negra y la vainilla, y plantas epífitas como las orquídeas, pitahayas, helechos, bromelias, etc. Un árbol perfecto sin lugar a dudas…
Durante la tiranía de los Tinoco (1917-1919) en Costa Rica se fabricaron los famosos “cepos” que eran unos instrumentos de tortura, que se usaban para someter a los opositores del gobierno, estos eran dos trozos de madera de cocobolo con cavidades, que al unirse formaban un círculo, por donde se introducían los pies o la garganta de los prisioneros y los dejaban inmóviles por largos periodos de tiempo. El 15 de setiembre de 1919 como una forma de celebrar la caída de esta tiranía se quemaron en plaza pública los temidos cepos de cocobolo.