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Descripción de la especie
El guaitil, jagua, genipa o caruto
Nombre científico: Genipa americana
Familia botánica: Rubiaceae
Uno de los árboles más interesantes de América desde el punto de vista antropológico, cultural y etnobotánico, siendo de gran significado para los pueblos indígenas, inclusive el término guaitil para los aztecas significaba “árbol azul”, debido a que dé sus frutos se obtiene un tinte de color azul, utilizado para pintar la piel, el cabello, algodones, madera, cuero y cerámica. Actualmente muchos grupos lo utilizan para hacer tatuajes los cuales se irán borrando conforme las células externas de la piel se vayan desprendiendo, aunque se debe tener cuidado ya que la savia inicialmente es incolora o con un leve tono amarillento y en contacto con el aire se torna azul, de ahí que es común ver a los poco experimentados con manchas en las manos e inclusive en la cara.
El árbol es especialmente llamativo e interesante por sus largas ramas simpodiales y verticiladas, por sus amplias y brillantes hojas opuestas y por sus grandes frutos parecidos a guayabas que nacen solamente en las puntas de todas las ramas. En las regiones húmedas los árboles de guaitil llegan a ser muy grandes y corpulentos, mientras que en las regiones en donde se presenta una estación seca de varios meses los árboles se desarrollan pequeños y a veces arbustivos.
Las flores por su rico aroma atraen a muchas abejas y los frutos, parecidos a las guayabas (Psidium guajava), se pueden comen crudos o en refrescos, vinos, dulces, mermeladas. Ellos también son muy buscados por diversos tipos de fauna, incluidos peces de ríos, lagos y lagunas. Medicinalmente se han usado como antidiarréicos, antiinflamatorios, antianémicos, diuréticos, estomacales, tónicos, febrífugos y bactericidas, empleándose en el control de la gonorrea, como purgativo, como refrescante de los ojos irritados y como repelente de insectos. Se reproduce por medio de semillas.
Como curiosidad en el escudo de la provincia de Cienfuegos en Cuba se le ha incluido como símbolo de la abundancia, la salud, la esperanza y la caridad. Según la leyenda de un puñado de frutos del árbol de jaca, como se le conoce en Cuba, nació la segunda mujer de la Creación, la cual fue un regalo de Maroya, la diosa de la noche para Caunao, el hijo de la primera pareja Hamao y Guanaroca (equivalentes a Adán y Eva) y con ambas parejas se procrearon todos los demás habitantes de la tierra.