Siguiente especie
Descripción de la especie
El mamón
Nombre científico: Melicoccus bijugatus
Familia botánica: Sapindaceae
El mamón es una especie nativa de América Central, las Antillas, Colombia y Venezuela, pero se le ha estado introduciendo en otros países tropicales de África y de Asia para producción de frutos. En el país no es una especie muy común, por lo que se le puede encontrar ocasionalmente en alguna finca o potrero hasta aproximadamente los 1000 o 1200 m de elevación, en donde se le ha dejado o plantado para aprovechar sus frutos y aunque se puede desarrollar en gran parte del país, prefiere las condiciones que predominan en las zonas bajas del Pacífico Norte.
De tamaño mediano y corpulento puede alcanzar los 20 m o más de altura con una copa densa y perfectamente redonda formada por cientos de hojas compuestas, la cual se llena de pequeños y hermosos ramos de delicadas y muy aromáticas florcitas de color blancuzco, que atraen gran cantidad de abejas, colibríes e insectos.
Tal vez lo más representativo de esta especie son sus frutos redondos y carnosos sin los cuales puede ser confundido con muchas otras especies ya que carece de detalles anatómicos contundentes. De color verde claro y como de 2 cm de diámetro los frutos poseen una cáscara muy delgada y suave, la cual se rompe fácilmente para dejar ver en la mayoría de los casos 1 semilla en su interior cubierta por un tejido color melón gelatinoso y de exquisito sabor agridulce, muy ricos en hierro y potasio.
Éstos se producen en gruesos y abundantes racimos y son muy buscados por los niños y jóvenes que pasan cerca de un árbol en cosecha, desobedeciendo las recomendaciones de sus mamás, las cuales les han advertido del peligro de tragarse una de estas resbaladizas semillas y ahogarse. Además, de consumir los frutos frescos, éstos se emplean también para hacer bebidas, conservas, cervezas y sus semillas tostadas se consumen como cualquier otra semilla de marañón (Anacardium occidentale) o maní (Arachis hypogaea) e incluso como sustituto de la yuca (Manihot esculenta).
Su madera, aunque no es muy durable se usa en carpintería por su buena apariencia y trabajabilidad. En medicina tradicional posee varias aplicaciones en el tratamiento de diversas afecciones. Durante muchos años se acostumbraba plantar este árbol en las fincas y en los cafetales por su abundante sombra y exquisitos frutos, pero hoy día ya no se valoran estas cualidades y por el contrario su población disminuye de manera alarmante día con día.
La reproducción por medio de semillas es muy fácil para ello se toma un puñado de estos frutos, y sin extraer la semilla se colocan en el área de germinación, se cubren con una delgada capa de tierra y se riegan constantemente. En un período de 15 a 30 días las semillas germinarán y del interior del fruto saldrá un nuevo arbolito; su crecimiento es de moderado a lento y se requiere de al menos unos 5 años para desarrollar un individuo de unos 2 m de altura en el mejor de los casos. Insustituible ya que se trata de uno de los pocos árboles del país capaz de desarrollarse sin ningún problema sobre suelos arenosos y pedregosos, proporcionar una densa sombra durante todo el año y, además, producir grandes cantidades de exquisitos frutos. Puede ser considerado como uno de los más hermosos y a la vez menos preciados árboles del país.