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Descripción de la especie
El té
Nombre científico: Camellia sinensis
Familia botánica: Theaceae
El té es una bebida reconocida en gran parte del mundo siendo en muchos países de gran importancia cultural, económica y medicinal. Esta famosa bebida se obtiene de las hojas del árbol del mismo nombre, el té originario de Asia, pero gracias al comercio en los siglos pasados logró llegar a Europa y extenderse a otros países del Mundo.
Es nativo de Asia, especialmente de China, en donde su uso medicinal se remonta hasta hace más de 4700 años, que se le usaba para tratar problemas de vejiga, tumores y cansancio, llegando a formar parte de las 50 hierbas fundamentales de la medicina china. Y según escritos del siglo XV era utilizado para prevenir el escorbuto de los marineros por la alta cantidad de vitamina C que posee.
Cabe señalar que existe otro árbol llamado “árbol de té” pero este último se refiere al Melaleuca alternifolia, un árbol de la familia Myrtaceae (misma de la guayaba Psidium guajaba) que también es conocido, pero por el aceite que se obtiene de él y que posee amplias propiedades medicinales.A pesar de que los diferentes tipos de té se obtienen de la misma especie de árbol, existen variedades que dependiendo del lugar en donde se desarrollen producen características diferentes que le otorgan al té propiedades diferentes, así por ejemplo está la variedad de China y la de Asam (India).
A esta especie le gusta crecer en lugares abiertos con buena exposición al sol, pero su mejor desarrollo se da con sombra parcial, por lo que es común ver plantaciones con árboles de sombra, similar a las plantaciones con sombra de café (Coffea arabica). Los suelos deben ser buenos ricos en materia orgánica, un poco ácidos y con muy buen drenaje ya que es muy susceptible al ataque de hongos en sus raíces.
Relativamente el té es pequeño de alrededor de 10 a 15 m de altura, aunque los árboles de la región de China son individuos más pequeños y en especial los usados en la producción de té se podan constantemente para mantenerlos a una altura menor a los 2 m lo que facilita la cosecha de sus hojas nuevas. Por su parte los de Asam presentan alturas de hasta 20 m de alto y su tronco se ramifica desde muy abajo lo que le da una copa abierta. Las hojas de un intenso color verde son simples y alternas, de aproximadamente 15 cm de largo por 5 cm de ancho y se caracterizan por su borde crenado y su textura coriácea con la lámina ligeramente encorvada hacia adentro. Las hojitas nuevas y las yemas tienen una pubescencia blancuzca o plateada por lo que el té que se elabora con ellas se ha denominado té blanco. Las ramitas nuevas son de color marrón mientras que las más viejas se tornan grisáceas.
Sus hermosas y perfumadas flores nacen en la base de las hojas, ya sean solitarias o en pequeños grupos de 3 o 4 individuos, miden de 3 a 4 cm de diámetro y poseen 6 a 8 pétalos blancos redondeados y encorvados hacia adentro, unidos a un gran grupo de estambres amarillos. Estas flores tienen la capacidad de autopolinizarse, aunque son visitadas por abejas, pero en las plantaciones de té se opta por la fecundación manual para garantizarse la calidad de las nuevas plantas.
Los frutos del té son de color pardo al madurar, son globosos con una forma irregular en muchos casos, y poseen de 1 a 4 semillas redondeadas, de color café y textura lisa, muy ricas en aceite, con el cual se obtiene el conocido “aceite de Camelia (no confundirlo con el aceite del árbol de té). La reproducción por semilla tiene la limitante de que la germinación es muy lenta por lo que es preferible reproducirlo asexualmente por estacas o esquejes.
La cosecha de las hojas para la elaboración del té se hace tomando únicamente las dos últimas hojitas con la nueva yema y dependiendo de la edad de estas, su forma de recolección y procesamiento así se definirán los diferentes tipos de té a obtener, ya sea té negro, verde, blanco o rojo. Existen otros tipos de té, pero son menos conocidos como el amarillo, el azul, pu-erh, chai y el Lapsang souchong, entre otros.
El té negro es el más aromático e implica un proceso de fermentación en su elaboración lo que aumenta su aroma, el té verde se obtiene en un proceso similar al del té negro, pero sin la fermentación, el té blanco se logra utilizando únicamente las hojitas y las yemas muy jóvenes caracterizadas por su tonalidad plateada o blanca, el cual en épocas pasadas era de uso exclusivo de los emperadores por la creencia de que les otorgaba la inmortalidad; el té rojo, catalogado como muy exclusivo de los emperadores, se elabora con hojas maduras de árboles viejos de bosques no cultivados y fermentadas durante 2 a 60 años en barricas de bambú, lo que le da la tonalidad rojiza.
Actualmente se le atribuyen al té propiedades antiinflamatorias, antidiarréicas, antioxidantes, antidiabéticas, antitumorales, estimulantes del sistema nervioso gracias a la presencia de cafeína, así como al sistema inmune y circulatorio. Es usado en el tratamiento de arterioesclerosis, problemas cardíacos, problemas digestivos, problemas de la vejiga, diarreas, osteosporosis, para controlar el colesterol y los triglicéridos, gripes, fatiga física y mental, halitosis, abscesos, problemas bucales, mal aliento, hepatitis, control de peso, inflamaciones intestinales, arterioesclerosis, bronquitis y asma.
Sus propiedades también han sido ampliamente utilizadas en la industria cosmética, por lo que en el mercado se encuentra una infinidad de productos a base de té, entre ellos, cremas, tónicos para la piel, champús, aceites, jabones, mascarillas, geles, spray, protectores solares, pastas dentales, etc.
Pero también el té posee usos en otros ámbitos como el teñido de telas, ornamental para aceras y jardines pequeños, formación de setos y atracción de abejas.
Etimológicamente el género Camellia fue dado en honor al botánico jesuita Josef Camel, conocido como Camellus quien dedicó parte de su vida al estudio de la flora de Filipinas; mientras que sinensis tiene su origen en el latín y hace referencia a China.
Sobre el origen del té existe una leyenda en India que cuenta como Buda (Siddhartha Gautama) al no poder mantenerse despierto mientras meditaba se arrancó los párpados tirándolos al suelo y de ellos nació una planta con la capacidad de mantener despierto a quién la consumiera, permitiéndole meditar y alcanzar el entendimiento.